¿Cómo puedo comprar una casa si no tengo seguro social?, es una de las principales inquietudes que nos hacemos como inmigrantes en los Estados Unidos de Norteamérica.
Es público y notorio que el Seguro Social, es un documento de tanta importancia que es utilizado como medio de identificación en toda la nación. Además de considerarse el número de identificación tributaria para la mayoría de las personas naturales.
Y aunque así sea, las autoridades norteamericanas nos presentan otras opciones de identificación oficial, que nos permitirá ser propietarios de una casa.
Continuemos leyendo, para conocer con mayor detalle cuales son estas alternativas, entre otros puntos relacionados con este tema.
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Cuando somos inmigrantes indocumentados, tenemos varias metas como por ejemplo trabajar y ganar dinero, y es muy posible que también la sea el comprar una casa en los Estados Unidos. No obstante, al no contar con un empleo formal, no poseemos seguro social, popularmente conocido como GreenCard, pero esta carencia ya no nos impide iniciar nuestro patrimonio.
En vista de lo comentado, tenemos que en lugar de usar un SSN por las siglas del Social Security Number, traducido a número social, tenemos la oportunidad de utilizar un ITIN, iníciales de Individual Taxpayer Identification Number, es decir, el Número de Identificación del Contribuyente Individual.
Este número lo asigna el Servicio de Rentas Internas de los Estados Unidos, conocido como IRS o Internal Revenue Service, con el fin de identificar a las personas sujetas a la presentación de los impuestos.
Para conocer el procedimiento y pasos para obtener un ITIN, podemos consultar en el portal web del Servicio de Rentas Internas.
Poseer un historial de crédito, es uno de los requisitos esenciales para acceder a los préstamos hipotecarios, pues con ello, demostramos a los potenciales prestamistas o acreedores, la forma como hemos manejado nuestras finanzas.
Es oportuno señalar, que el término de crédito, proviene etiológicamente en “tener confianza”; lo que debemos demostrarle a las instituciones prestamistas, que somos “dignos de su confianza”.
Al no contar con un número de seguro social, parece imposible de lograr, no obstante, existen otras opciones para lograrlo.
Por lo regular, cuando somos inmigrantes, con mayor facilidad contamos con el ITIN, permitiéndonos contar con una tarjeta de crédito asegurada.
Dicha tarjeta de crédito, también conocida como tarjeta de crédito garantizada, tiene un depósito de seguridad. El monto de este depósito, es equivalente a nuestra línea de crédito.
Para visualizarlo mejor, tenemos que si colocamos US$ 500 como depósito, tendremos efectivamente una línea de crédito por ese mismo monto, es decir, de US$ 500.
Esta reserva de dinero, en la figura de depósito, tiene un claro propósito en la situación que no podamos cumplir con el pago de nuestra deuda, pues la empresa emisora de la tarjeta de crédito, utilizará los fondos del depósito para cobrarse nuestra factura. La recomendación es evitar que se active esta acción, pues sería fatal para lograr nuestras metas financieras.
Una vez que ya tenemos un historial con una tarjeta de crédito asegurada, con vigencia entre 6 a 12 meses, es posible que solicitemos una o dos tarjetas de seguridad. Lo que significa, que nos asignarán una línea de crédito que podemos gastar.
Ante esta situación, es muy importante que mantengamos al día los pagos mensuales mínimos requeridos. Sin embargo, lo mejor es pagar algo más del mínimo, inclusive es mucho mejor si podemos pagar en su totalidad el saldo adeudado mensualmente.
Tenemos otras alternativas, sumadas a las tarjetas de crédito garantizadas y no garantizadas, como por ejemplo, presentar un historial de crédito alternativo.
Hacemos referencia a cualquier factura que paguemos de forma regular, que por lo general no e informan a las agencias de crédito, con ellas podemos demostrar un crédito alternativo.
Entre las opciones de crédito alternativo, que son más populares, tenemos el pago del alquiler, los pagos de seguros, y la matrícula académica a nivel escolar o universitario.
Podemos incluir también, el pago de los servicios o cualquier otra factura que mensualmente pagamos con puntualidad, todas pueden contar.
Muy importante, es tener en cuenta que para que cualquier prestamista, logre crear nuestro historial crediticio teniendo como base a estas cuentas, debemos contar con las evidencia de nuestros oportunos pagos.
En este caso, debemos presentarle a los prestamistas, nuestros cheques de cancelación de los pagos hechos mensualmente. De igual forma, también son útiles nuestros estados de cuenta bancarios, allí se pueden comprobar las transacciones de retiros por concepto de dichos pagos.
Inclusive, nos es muy ventajoso presentar las pruebas del proveedor al que le pagamos puntualmente nuestras cuentas. Existe también la posibilidad, que el proveedor complete un formulario para comprobación de la renta. Otra opción, es tener una carta explicativa emitida por la escuela o la compañía de servicios públicos, donde exponga nuestros pagos a tiempo.
En la mayoría de los países latinoamericanos, estos documentos se les conocen como “referencias comerciales”.
En fin, para el tema tratado, es suficiente poseer un historial de crédito de entre uno y dos años.
En esta ocasión, las instituciones o empresas prestamistas, desean ver que tenemos nuestros recursos propios invertidos en la propiedad, aunque no podamos acceder a los programas de pago inicial de un 3 por ciento, que si están disponibles para las personas que poseen un número de seguro social.
Entonces tenemos que lo que regularmente pasa, es que debemos contar como mínimo con un 20 por ciento para el pago inicial. No obstante, si podemos hacer un pago inicial más alto, estaremos aumentando nuestras probabilidades para que no aprueben un crédito hipotecario sin tener el SSN.
No podemos olvidar, que los prestamistas nos requerirán documentos que comprueben el origen de nuestros recursos para hacer el pago inicial. Esto significa, que debemos demostrar por lo menos de los seis últimos meses, los extractos de nuestras cuentas bancarias.
No obstante, existen ocasiones en las que los prestamistas requieren como mínimo hasta 12 meses de los estados de cuenta bancarios, con el fin de asegurarse que los fondos que utilizamos para el pago inicial sea propio y no provengan de otro préstamo.
Desde la visión del prestamista, el poseer un historial de empleo continuo, estable y decente, representa un respaldo para asegurar el cumplimiento de los futuros pagos de la hipoteca.
Cuando no tenemos como demostrar un empleo estable, somos considerados como personas con alto riesgo de incumplir con los compromisos del pago de la hipoteca.
Si somos inmigrantes, con un empleo estable, tenemos razones sólidas para mantenernos en los Estados Unidos de Norteamérica. Y podemos demostrarle a los prestamistas, nuestra capacidad para cubrir cada cuota del crédito hipotecario. Regularmente, poseer una relación laboral de cómo mínimo dos años con el mismo empleador, es una fuerte señal de aprobación de nuestro préstamo hipotecario.
Adicional a nuestro historial, debemos demostrar que tenemos un futuro estable con el empleador. Esto quiere decir, que contamos con un contrato a largo plazo, mientras que si el contrato está pronto a caducar, no será una prueba de empleo estable.
Ahora bien, aun cuando no podamos comprobar un empleo estable, pero cumplimos con todos
los requisitos para comprar una casa, podemos calificar sin ningún inconveniente. Solo debemos buscar un prestamista que nos acepte el ITIN, y nos brinde buenas tasas y condiciones sobre el crédito.
Preguntas frecuentes
¿Es necesario contar con una reserva de dinero para poder comprar nuestra casa, cuando no tenemos seguro social?
La realidad es que los prestamistas, en su mayoría, dan preferencias a los solicitantes que disponen de una determinada cantidad de dinero, como reserva en sus cuentas bancarias.
Ello es con la finalidad de asegurar los pagos de la hipoteca, además es muy útil para considerarlo como un fondo de emergencia, a ser utilizado en caso que nuestros ingresos por cualquier razón se vean mermados y nos imposibilite a continuar pagando la hipoteca.
En fin, si con nuestra reserva de dinero podemos cubrir unos cuantos pagos hipotecarios, tenemos mayores posibilidades para ser candidatos a la aprobación de una hipoteca, aun sin contar con el número de seguro social o social security number.